Aquí os dejamos uno de los detalles que recibimos el jueves 2 de octubre, en la inauguración del "nuevo curso" de nuestra querida tertulia. Gracias, Manuel, por estas palabras. Que la paz y la poesía sean contigo.
«LA TERTULIA (El hogar de la palabra)
Amor Incoloro.
Paisaje hacia el fruto de la esencia que
mueve los hilos de la vida.
No
tiene fecha de caducidad.
Pañuelo de Dios que seca las lágrimas del
mundo.
Lugar donde comienza la andadura hacia el ombligo
de los sueños -AQUÍ tintinea la chispa del relámpago en las tormentas
del corazón.- Cadena que te amarra a las venas de la luz e ilumina la fiebre de
la voz ante la libertad de los cuerpos, con un galope de pupilas, amándose
desnudas en las orillas del corazón, donde nace un nudo de frenesí con golondrinas tatuadas en el
centro de las constelaciones, dando lugar a una lluvia de estrellas que prenden
la mecha de la razón, encajando las piezas en el vientre de sus labios; y serpean,
a veces, las trampas del destino, dibujadas por los acomodadores que
interrumpen el orden natural de nuestra madre eterna.- Son ELEFANTES con
carrancas en los laberintos del fauno, trabajan como escarabajos peloteros,
clamando piedad, para los eternos y perpetuos guantes blancos.
ALLÍ, desde su atalaya,
llegaron procedentes del himen de la sinrazón, allí, esconden y camuflan sus
vergüenzas, cogen la vaca por los
cuernos para estrujar las cántaras de todos -antes de la luz del alba- para extraer
el zumo de nuestra madre, alimentándose del hambre de los otros.
Desde aquí, desde la tertulia, el
hogar de la palabra, que para mí, es un cuerpo de mujer con múltiples esquinas,
y con las cantimploras blancas que nos dieron la vida en el primer viento.-
Ante el galope de la gran tragedia, ya que quieren romper la muñeca y dejarla
sin brazos y sin ojos; desde aquí, con la tinta de la materia, quiero
desenmascarar los poderosos músculos de sus faltriqueras y nuestros retales.
Estas tertulias, extasían los hilos de mis
ñáñaras, es un banquete, donde arde el amor de la palabra, donde lucen lunas
encantadas que miden nuestros cuerpos a besos; acercan las distancias con halos
de luz en los vértices del corazón; aquí la golondrina y la libélula practican
su amor salvaje, para multiplicarse en medio de su todo, apoyadas en el calor
del fuego de la palabra.
Mi agradecimiento magno y profundo para las
luciérnagas de Espiral “ROSARIO Y HAZEL” que son la voz de la verdad e iluminan el
porvenir de mi ilusión- LA
PALABRA.
Si un día se me acaba la palabra, hablaré con
los ojos.
Si me saltan los ojos, dialogaré con el
corazón.
Si me falla mi amigo, utilizaré la mímica del
alma, escribiré con la luz
y
si se apaga la luz, hablarán nuestras HUELLAS».
01/10/14
Manuel
Acedo Pulido
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